Nuevo León destaca por su notable diversidad lingüística, siendo uno de los estados mexicanos con mayor riqueza en lenguas originarias. Según Carlos Lejaim Gómez, coordinador del Colegio de Edición y Gestión de la Cultura de la Facultad de Filosofía y Letras de la UANL, en la región se hablan 56 de las 68 lenguas originarias de México, resultado de la migración y asentamiento de diversas comunidades indígenas en la zona metropolitana de Monterrey. Esta pluralidad lingüística incluye lenguas como el náhuatl y el tének, que cuentan con una considerable cantidad de hablantes.
La historia de Nuevo León, marcada por la llegada de tlaxcaltecas junto con los españoles, ha contribuido significativamente a la preservación de lenguas como el náhuatl, zapoteco y mixteco en municipios como Guadalupe y Bustamante. Esta diversidad no solo enriquece culturalmente al estado, sino que también representa una responsabilidad compartida en su preservación y difusión.
Carlos Lejaim subraya la importancia de la educación como herramienta fundamental para apoyar a las comunidades que hablan estas lenguas. Las instituciones educativas, como la Universidad Autónoma de Nuevo León, juegan un papel crucial al ofrecer programas que facilitan el estudio y la valorización de las lenguas maternas, contribuyendo así a la preservación de la identidad cultural y cosmovisión de sus hablantes.
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